
Ahora que el confinamiento parece que va abriendo un poco la mano, dejándonos aplicar nuestra propia cordura y sentido común a la hora de salir de casa y disfrutar en pequeñas dosis de las personas que hemos perdido, que no hemos podido abrazar, besar ni tener cerca, a las que veíamos a través de videoconferencias, hablábamos por teléfono con ellas o incluso tan sólo las pensábamos…
Ahora que se confía en nosotros, es nuestro turno, y tenemos la oportunidad de ser racionales y ser precavidos con el distanciamiento y las protecciones para evitar tener nuevos contagios y focos que nos hagan retroceder y podamos así ir erradicando el virus poco a poco, haciendo todo lo que está en nuestra mano, con mucha cautela y cabeza, siendo más partícipes, si cabe, que antes en la salida a flote…
Ahora increíble y desafortunadamente, seguimos viendo ese tipo de gente incívica, irrespetuosa no sólo con toda la sociedad si no también con el medio ambiente, a los que nada importa el bienestar de este nuestro planeta y nuestras gentes, que agreden contra él y todos nosotros sin ningún tipo de conciencia, ni escrúpulo, no guardando distancia social, no usando ni eliminando correctamente las mascarillas y los guantes, esos que nos hacen sentir que nada ni nadie nos va a contagiar y nos dejan volver a nuestras rutinas poco a poco, retornando a nuestras vidas, encajándolas despacio en su sitio, pues bien, ahora invaden nuestras calles y parques, apareciendo ya en fondos de mares y ríos, a la espera de degradarse con el tiempo, amenazando entre tanto a otras especies que hasta ahora estaban libres de la pandemia.
Ni que decir tienen los grupos de personas que pudiendo disfrutar de un paseo agradable por la muralla o por el río, lo hacen de forma incauta y sin medida, siendo incapaces de retirar la basura que ellos mismos generan, dejando un panorama desolador y vergonzoso.
Ahora que parecía que nos habíamos concienciado un poco más con la sociedad y los problemas de la naturaleza y que ella se había recuperado algo en esta etapa sin nosotros, es bastante lamentable que tengamos que soportar y cargar con estos incivilizados y con sus actos deplorables , que nos vuelven a poner en riesgo a todos y dejan destrozados los lugares más bellos que tenemos, que son nuestros y por tanto debemos cuidarlos para disfrutarlos todos durante el mayor tiempo posible, valorando el esfuerzo que ha hecho el ayuntamiento por tener todo cuidado y a punto para nosotros.
Ahora es tiempo de recapacitar ¿de verdad os merece la pena hacer todo esto así? ¿No encontráis otra alternativa? seguro que si os paráis un momento a pensar tendréis algo de sensibilidad en vuestro interior y la conciencia os hará cambiar las formas y las maneras, y podremos seguir todos juntos luchando para salir de esta. En caso contrario, si seguís insistiendo en mantener esta actitud de vandalismo reincidente sobre todo en determinadas zonas del río, las autoridades competentes tendrán que tomar cartas en el asunto de forma coactiva, para protegernos a todos, incluso a vosotros mismos de estos actos, aunque no queráis reconocerlo, y dejemos de ver imágenes como estas, que son las que han aparecido de forma habitual después del confinamiento, y esperemos no se queden AHORA para siempre con nosotros.
2 Comentarios
Pues yo sigo viendo gente incivica, hoy mismo el calle Santa Clara, 3 mascarillas en suelo, ,gente sin mascarillas o con ella en codo bastantes y de cruzan contigo si menos de un metro, y en puerta de grandes supermercados guantes por suelo bastantes,
Ahora es el momento de cambiar y mirar de otra manera el futuro. Enhorabuena por el paso del verso a la prosa.