
Bien, ya pasó el mal trago, ya no estará ese hombre en el puesto de mando de la poderosa nación estadounidense, y al parecer entrará otro, que al decir de todos, es el reverso. Pero las secuelas que de por sí durarán, como dura en el cuerpo humano un proceso infeccioso, y sobre lo sucedido y lo que pudiera traernos lo venidero no dejo de preguntarme. ¿Cómo es posible que la mitad de Estados Unidos haya vuelto a votar a ese hombre o por qué ese hombre les valió como su representante? ¿Qué razones tiene para soltar amarras del resto de occidente y de dónde le venía esta hartura del exterior, o simplemente era estar en contra de esos demócratas, la izquierda oficial estadounidense por la cual sentían abandonados no sé si con o sin razón? En fin, sin hacer de abogado del diablo pues no pretendo dar la razón a Trump eso no me impide pensar en qué razones éste se pudo apoyar para acercar a su delirio a 70 millones.
Pasada ya la formalidad de votar y casi de inmediato el júbilo ha sido total, las promesas de Biden de más acercamiento y apertura a occidente, de más atención a los problemas sociales, de la búsqueda de una solución a su sistema sanitario que ahora deja en la cuneta a todo el que carece de recursos, hace que todos se sientan más felices, e inmediatamente todo el mundo ha reaccionado y las cancillerías le felicitan, y acto seguido una farmacéutica anuncia una vacuna, qué casualidad al día siguiente, y no precisamente antes de la votación, al tiempo que las bolsas de todo occidente experimentan subidas. Y es que lo que sí es cierto es que el partido Demócrata, los socialistas americanos, hace mucho que cuentan con el apoyo para llegar al poder de Wall Street, la industria armamentística americana, las poderosas farmacéuticas, y las no menos poderosas aseguradoras, y los grandes grupos mediáticos, son compañeros de viaje, que visto sus intereses y hechos pues que como que no son los ideales para caminar hacia ese mundo ideal al cual Biden nos dice querer ir, a no ser que de un día para otro todos los mencionados se hayan ablandado y también estén yendo en su búsqueda.
Y puestos en este punto, y llegados a la situación actual, no me queda más remedio que preguntarme: “¿Y ahora, qué?”, seguiremos de comparsa o nos hacemos críticos e incluso tomamos el timón desde el resto del mundo libre, para dirigir la nave hacia las metas que puedan ayudar a hacer un mundo mejor: educación, sanidad, medios de comunicación más libres, achicar el hambre en el mundo. A esto sólo llegaremos si somos capaces de formar una gran marea humana la cual empuje a los dirigentes políticos en esta dirección, pues por sí solos no lo alcanzarán.
Esta es la respuesta a esta importante pregunta de ¿Y ahora, qué?, y en nuestras manos tenemos está mucha parte solución.
(articulo actualizado)
5 Comentarios
Cual es tu opinión sobre las nuevas elecciones Chinas.
Y no me digas que no te has planteado una teoria global desde tus teorias marxistas
Desde luego que el cambio del presidente norteamericano deja mucho más tranquilo al mundo. Lo sorprendente es la cantidad de votos que han apostado por el esperpentíco Trump. Y ahora con el pataleo de este, que parece ser, que no le gusta perder. Ya veremos como se va desarrollando todo el proceso de transición. Un poco preocupante todo lo que últimamente está ocurriendo en los grandes países. Y el pueblo que es el que tiene la llave de quitar y poner…. parece que esta a por higos.
Esto como cuando gobernó OBAMA, y luego chasco
El partido Demócrata, la izquierda oficial estadounidense, los socialistas americanos… Si, claro.
Socialistas Americanos que serán como CIUDADANOS de aqui