
XIII Jornadas de Historia y Cultura de Ciudad Rodrigo 2020, organizadas por el Centro de Estudios Mirobrigenses -CEM.
Segunda sesión de estas Jornadas que se ponen a prueba utilizando las redes sociales. Esta tarde ofrecen dos ponencias, a las
19:00 horas. La minería romana en Ciudad Rodrigo, por Kelvin dos Santos Alves (Universidad de Salamanca), seguidamente, a las 19:15 horas. La conservación y puesta en valor del Patrimonio Histórico, por José de Luis Francisco.
Kelvin dos Santos Alves ofrece la ponencia en la que participan José Manuel Campaña Prieto, José Luis Francisco, Juan Gómez Barreiro y Santos Barrios Sánchez, sobre la minería romana y las huellas dejadas por el imperio a su paso por Ciudad Rodrigo, que han recabado en las campañas de prospección en el yacimiento de la Sierra de Camaces.
Una introducción para saber qué es un yacimiento mineral, que lo define como “la concentración anómala de uno o más minerales de interés económico”. Pero hay que saber buscar esos minerales y la forma puede ser por criterios geológicos, como hacían los romanos, con criterios o indicios mineros y/o arqueo-mineros. Una vez encontrados los recursos se utilizan distintos métodos para la extracción del minera, como los arroyos de agua, ríos, etc.
Los trabajos romanos han dejado rastros que permiten seguir la huella y la historia.
Se refiere a la Sierra de Camaces y el trabajo de investigación de José Luis Francisco, que encontró piedras de granito talladas, y al no ser tierra de granitos le hizo investigar para qué estaban esas piedras en Camaces, llevando a la conclusión de que esas piedras eran para lavado del mineral, que también encontró en otras partes próximas. La investigación ha llevado a encontrar una boca mina en Camaces. Así, el equipo investigador hacen un reconocimiento de las estructuras geológicas para su estudio. Con las herramientas adecuadas recogieron 12 kg. de sedimentos para estudio en laboratorio. Encontraron algunas partículas de oro a través de la lupa binocular.
El estudio de campo y el laboratorio concluye que hubo presencia de oro, y el hallazgo de piedras lavaderos indica que se trata de una mina de este metal.
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La siguiente sesión la ofrece José Luis Francisco, que trae al público el estado calamitoso del Acueducto, que encaja perfectamente en el título de la ponencia La conservación y puesta en valor del Patrimonio Histórico, pues el estado de este bien patrimonial histórico hace imprescindible que salga a la luz.
Deja constancia que algunas noticias y trabajos científicos no se ajustan a la realidad por el desconocimiento sobre el terreno. También hace referencia al blog de Juan Tomás Muñoz con estudios muy documentados (ver, aquí).
Hablar del Acueducto es hacerlo de un sólo puente, el de Valdenovillo, o del sifón que hay en el Paseo de Arcachón, esquina con la calle Hermanos García Carraffa. Sin embargo, hay dos estructuras más que pocos conocen: un segundo puente y una torrecilla o arca, en las proximidades de Terralba-Las Viñas, cerca del monte de Los Villares.
Insiste José Luis Francisco en la conservación del patrimonio, el legado recibido, la historia y creencias, responsabilidad de la administración pública y ante el gran número de bienes patrimoniales la administración selecciona la intervención.
La divulgación es una de las formas para conocer y concienciar de la necesidad de proteger e intervenir para la conservación.
El Acueducto fue un trabajo encargado a Sagrameña de Vargas, obra importante en el Ciudad Rodrigo de mediados del siglo XVI. Para muchos el elemento más representativo es el sifón que hay en el Paseo de Arcachón, además de unos restos más visibles desde la carretera N-620.
El proyecto tenía que superar diferentes niveles, unos mediante excavación subterránea y otras aéreas con la construcción de bóvedas de medio punto, con arquería doble o sencilla según el terreno a salvar. Antonio Sánchez Cabañas cuenta en Historia Civitatense cómo estaba este acueducto, canalizado entre paredones.
El ponente hace hincapié en algunas partes necesitadas de intervención inmediata para su conservación.
El Acueducto tiene una distancia de 9 kms. desde su nacimiento, La Aceñuela, en Valdecarpinteros, hasta el lugar donde se recogía el agua hasta una cisterna en la calle Campo Frío, por la Puerta del Conde, distribuyéndose a la Casa de los Niños de la Doctrina, el monasterio de la Caridad, aunque Sánchez Cabañas informa que el agua no llegó a los lugares previstos, y sí a la fuente de Los Caños, en las proximidades de San Andrés, donde estuvo la cerca exterior. Sánchez Cabañas también explica las fuentes que se crearon para dar servicio: los dominios, San Francisco, las Clara o la de la Cruz Tejada.
El resto del segundo puente indica que debió tener un arco y para el transporte del agua se utilizaron maderos acanalado. Existe otra torrecilla o arca, proyectada por Sagrameña de Vargas, que serviría para recoger el agua y depuración, aunque esta podría ser para abastecimiento de una casa próxima.
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Siguientes sesiones:
Miércoles, 2 de diciembre. 19:00 horas
El devaso de Robledo en la Baja Edad Media, por D. Iñaki Martín Viso (CEM y Universidad de Salamanca).
Jueves, 3 de diciembre. 19:00 horas
Del Reino de Granada a Ciudad Rodrigo. La deportación de los moriscos (1571 y 1584), por D. José Ignacio Martín Benito (CEM).
Viernes, 4 de diciembre. 19:00 horas.
Bandas de música en Ciudad Rodrigo: Modesto Rebollo (1891-1970), por Dª Josefa Montero García (Centro de Estudios Bejaranos).
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