
Era yo casi un niño cuando sucedió aquella imagen que me quedó grabada, y no sólo a mí que la vi personalmente, sino a todos, pues fue captada por un fotógrafo, un toro en el foso hacía correr a la multitud que parecía capitaneada por un hombre joven con sotana, este era Javier, sin duda ya un hombre singular tanto en la afición taurina como en otras cosas.
Después, no fueron pocas las veces que en la calle Madrid se paraba a conversar con mi padre, puesto que los dos vivían cercanos, de todas las cuestiones sociales habidas y por haber.
Más tarde Javier como amigo y colaborador de don Matías. Yo viví la batalla de que pudieran hacer o no un campamento de juventud mixto, el cual contaba con la oposición del obispo Mansilla, y por lo que la Guardia Civil de Navasfrías por orden de éste los hostigaba para que fuera un imposible. En un momento de lucidez y suerte combinado Javier tocó en Madrid la tecla oportuna, y esto hizo que la Guardia Civil pasara de hostigarle a decirle a las ordenes de don Javi, a partir de entonces el campamento fue posible. Por él pasaron muchos jóvenes y de los recuerdos y lo aprendido allí vividos hoy dan fe para bien casi todos.
Después Javier en Madrid, pero no de cualquier manera, sino ya con un estudio sociológico pionero y destacado en España por sus análisis sobre la situación de las capas desfavorecidas, avalándolos con trabajos de campo y análisis que pasaron a ser pioneros y ejemplos en toda España.
Más tarde, vuelta a trabajar en la tierra que tanto quería, esta la Comarca de su Ciudad Rodrigo, creando el observatorio sobre la pobreza, sobre el que en una entrevista a raíz de este trabajo hecha por esta casa el 6 de abril de 2010 en ella es preguntado “Quienes tenían que cambiar de mentalidad para que las cosas cambiaran”, a lo que contestó que todos, autoridades y ciudadanos, e invitó a mirar la realidad de frente y encararla. Preguntado por quienes son los verdaderos causantes, contestó: “los culpables somos todos, por habernos creído unos dogmas económicos, políticos, sociales, financieros que nos venían impuesto desde el neoliberalismo global, sin ninguna cortapisa”.
Me reencuentro con él en el grupo del Barrio de Buenos Aires que capitanea Emiliano desde donde los estudios y análisis sociales sirven de trampolín para toda clase de acciones reivindicativas de las carencias que señalaban.
Luego más volcado aún en nosotros al crear el foro “Conversaciones en La Colada”, posiblemente la actividad analítica (social, cultural, política y económica) de mayor cuajo que ha habido entre nosotros.
Y ya, más cercano, Javier enfermo, no nos da ánimos ni datos para cualquier lucha en favor de la tierra con la que andes liado, por no poder ahora no podía ni hablar, él que nunca calló.
Ahora ya Javier Alonso Torrens está muerto y es historia, pero ciertamente no una historia cualquiera, sino la de un hombre ejemplar en muchas cosas. Pero como tiene obra escrita, y mucha, con la que aprender y reflexionar el volver a ella es además el mejor homenaje que se me ocurre y la forma de mantenerle vivo así, a don Javi.
___
[Entrevista: http://www.ciudadrodrigo.net/hemeroteca/src/public_entrevista.php > pág. 4]
0 Comentarios
Lo sentimos!
Pero puedes ser el primero Deja un comentario !