
Hoy la mañana estaba tensa, las nubes amenazaron lluvia recatada, el móvil sin confirmar la sospecha. La temperatura justa para no entretenerse demasiado en el camino. En su mochila unos gusanitos para los patos y las palomas del estanque. En la mía, una botella de agua, unas toallitas desinfectantes y el arsenal de intendencia personal. Tu abrigo no lleva capucha, me dijo. No te preocupes, no lloverá, contesté. En la charca la niña vació la bolsa y las aves acudieron al festín agradecidas. Tal como en la ida, en la vuelta su imaginación no paró de relatar.
1 Comentario
hay que tener cuidado con las teclas que apretamos mal. A veces los móviles se actualizan solos con la última versión de la red.