
EL NIDO
Al hollar por un camino
fiel a un místico lugar,
encontréme un fértil nido
y con huevos a empollar.
Lo miré con sumo mimo
y me puse a meditar,
cual será, me dije, el sino
que me quiere aconsejar.
Escondido entre el espino
con su flor a revelar
convertíme en adivino.
Ese nido soy yo mismo
con mi sueño a realizar
en la cima o el abismo.
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